"Memorias de una sobreviviente", Doris Lessing

Se trata de una novela singular desde el punto de vista temático, mientras que desde lo narrativo presenta una estructura uniforme, cronológica, simple. La novela se encuentra escrita en una 1º persona perteneciente a una mujer de edad madura sobre la que no conocemos mucho más que el hecho de que vive y ha vivido sola en un departamento de clase media alta. Toda la narración se encuentra escrita en un momento posterior a la acción narrada, el personaje lo cuenta desde una perspectiva de distanciamiento (presente al que no se accede).
Dos planos narrativos se distinguen en la historia: el de lo real, atravesado por una circunstancia social macro (nunca explicada ni situada históricamente con precisión) y el de lo imaginario u onírico: el traspaso habitual de la protagonista a través de una de las paredes de la sala y el ingreso en un mundo paralelo formado por cientos de habitaciones, donde se desarrollan escenas de tono surrealista.
En el plano de lo real, algún tipo de hecatombe social (similar a un apocalipsis post bélico) ha acaecido, trastocando todas las relaciones económicas y culturales del país en cuestión y acarreando desabastecimiento, anarquía y una suerte de retorno a las fuentes para poder subsistir. De esta manera, somos testigos de un profundo cambio en las estructuras sociales que no se cuestiona ni tematiza (nunca sabemos cuál es el origen de esta crisis) ni por parte del personaje narrador ni por el resto de los personajes. En este contexto, es natural que una mañana llegue a la casa de la protagonista un extraño junto a la pre-adolescente Emily y la deje bajo su cuidado y responsabilidad (junto a su extraña mascota que recuerda al animal kafkiano de "Una cruza"). La historia personal de esta jovencita queda bajo el lente de la voz narradora, que va hilvanando todo lo que sucede dentro del departamento y también en las inmediaciones. Y a la par de los sucesos sociales que acaecen, Emily va creciendo y cambiando, lo que hace aparecer a nuevos personajes (su amiga June, Gerald, los niños). Todo esto nos llega a través de la voz narradora, siempre con un tono analítico, reflexivo y tan despojado de tensión que muchas veces no condice con lo extremo de lo vivido.
Por otra parte, esos cuartos detrás de la pared de la sala representan una dimensión onírica a la que el personaje que lleva la voz narradora accede con total naturalidad; estos espacios muchas veces tienen relación con lo que la narradora supone que es el pasado de Emily; en mi opinión constituye una proyección de la voz protagonista, una suerte de duplicación de su propio pasado.
Desde lo personal, creo que se trata de una novela inusual: asombra con una simpleza discursiva que asimismo permite mostrar profundos costados de la psicología humana, desde lo individual y lo social. Pienso que el lector no puede pasar por esta novela sin ponerse seriamente a pensar qué clase de sociedad tenemos y hacia dónde vamos.
Si uno logra entrar de lleno en su estética, esta novela depara momentos realmente interesantes.

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